Thursday, November 29, 2007

JUEGO TRADICIONAL COLOMBIANO

GUSTAVO ADOLFO MORENO BAÑOL
Docente Universidad Tecnológica de Pereira Colombia
La Julita Facultad Ciencias de la Salud 2 piso
e-mail: gumoreno@utp.edu.co

PRESENTACIÓN

La ponencia JUEGO TRADICIONAL COLOMBIANO “Una expresión lúdica y cultural para el desarrollo humano”, que presentamos en el marco del primer seminario regional de Juego: perspectivas contemporáneas en la educación y la cultura, parte de la reflexión epistemológica del juego tradicional en Colombia, la recuperación de experiencias significativas a nivel País, las experiencias investigativas realizadas en el Programa Ciencias del Deporte y la Recreación y la socialización del juego tradicional indígena “el Turmeque” o Tejo, elevado a la categoría de deporte autóctono nacional.

La reflexión final se centra en los ejes temáticos del Encuentro, como aporte al desarrollo del conocimiento en este campo.



INSPIRACIÓN LUDICA

Oh juego...
fuente inagotable de riqueza cultural
de manifestación emotiva y lúdica
que trasciendes las realidades humanas
estas presente en cada rincón del mundo
apareciendo como algo sin importancia
pero tu riqueza es tu naturaleza

Oh juego...
lenguaje universal que no distingue raza, edad, religión o bandera
integras por medio de tu magia
recreas la vida con facilidad y frialdad
eres sincero y franco,
fábulas las realidades
como un cuento que se construye
en las calles, en la escuela y en nuestros corazones
es difícil olvidarte
nunca pasas de modaOh juego ...
vive entre nosotros
como un carnaval sin par
permítenos gozar
y romper los límites de la ignorancia
de los hombres fratricidas

Oh juego ...
sigue ahí manifestándote en múltiples formas
en una canción, en un abrazo, en una pelota
en una expresión creativa autentica
sonríe y sigue danzando entre nosotros
para decir viva la vida y vive la vida.

Gustavo Adolfo Moreno Bañol


1.REFLEXIONES EPISTEMOLÚDICAS “ Una perspectiva de construcción de conocimiento alrededor del juego”

“Se hace necesario construir una teoría integral del juego que afronte el entramado de las interacciones y de las contradicciones que tiene los enfoques conductuales, intencionales, sociales y culturales, que abordan la problemática del juego. “
Jiménez 2.001

A continuación se relacionan una serie de planteamientos teóricos con relación al tema del juego tradicional motivando a la reflexión desde unos interrogantes básicos con profundidad epistemológica:

¿Cuál es la relación del juego y la cultura?, ¿Incide en la cultura de lo urbano, lo rural, lo tradicional, lo educativo, lo recreativo?, ¿Qué es lo tradicional del juego?, ¿Cuál es la relación del juego con el desarrollo humano?, ¿A partir de cuando un juego de hace tradicional?, ¿Qué características de juego lo hace tradicional?

Al hacer una reflexión crítica de la construcción del conocimiento sobre el juego, necesariamente debe hacerse una relación sobre la problematización de algunas categorías y su evolución investigativa, teniendo presente las corrientes de pensamiento que subyacen el tema, donde aportan diferentes disciplinas (la antropología, la educación, la recreación, la psicología, la sociología), que más adelante se van a relacionar en estudios realizados por fundaciones e instituciones educativas, con la siguiente categorización: JUEGO Y PEDAGOGIA, JUEGO Y CULTURA, JUEGO Y DESARROLLO HUMANO.

“El juego como categoría que refleja la super-estructura social constituye un pequeño mundo donde se encuentra en menor grado y cumpliendo con determinadas funciones, los valores, y en general la estructura sociocultural que lo produce. Por tanto, el juego además de cumplir con la función biológica, es también un fenómeno cultural en la medida en que ningún análisis biológico da explicación del fanatismo, del gusto y del placer, ni de orden propio y absoluto”.1

Con esta orientación se hace un reconocimiento del valor del juego en el entramado de lo sociocultural, donde se transmiten valores, costumbres, hábitos y formas de socialización, enfatizándose con particularidad de acuerdo al contexto con comunidades que lo asumen, encontrando diferencias significativas en las forma como se manifiesta en el ser humano, al encontrar relación entre el juego y la existencia de una realidad política, social, económica y cultural, al respecto Sánchez plantea “Los juegos tradicionales son en esencia actividad lúdica surgida de la vivencia tradicional y condicionada por la situación social, económica, cultural, histórica y geográfica; hacen parte de una realidad especifica y concreta, correspondiente a un momento histórico determinado; en esto tendríamos que decir como Oscar Vahos que cada cultura posee un sistema lúdico, compuesto por el conjunto de juegos, juguetes y tradiciones lúdicas que surgen de la realidad de esa cultura. Cada juego, tradicional está compuesto por "Partículas de realidad" en las que es posible develar las estructuras sociales y culturales que subyacen a cada sociedad; por ello no es gratuito que un juego en diferentes espacios geográficos, tenga letras distintas”2

Es Colombia por su pluriculturalidad un escenario por excelencia para las manifestaciones lúdicas, donde el juego habla de la diversidad de su cultura y tradición, con juegos de comunidades negras, indígenas, mestizas y blancas que se han transformado a lo largo del tiempo por las mega-tendencias de la globalización y los medios masivos de comunicación, desplazando el repertorio de juego tradicional del individuo, la escuela, la calle, el hogar y la plaza publica, desvaneciéndose la transmisión cultural de generación en generación.

En torno a este tendencia, en el actual sistema educativo del País, se nota un avance importante al incluir proyectos de desarrollo donde lo involucran como un estrategia pedagógica para mejorar procesos de enseñanza – aprendizaje (con énfasis en la educación especial), como espacio para la construcción de actitudes investigativas, como instrumento de participación social y comunitaria, en un contexto que nos invita a reflexionar sobre un tema del que muchos hablan pero poco conocen, y que necesariamente nos debe llevar a determinar el impacto real en estos procesos, y si a partir de allí podemos aportar a la construcción seria de conocimiento y de la memoria cultural.

Esta es una realidad donde el juego aparece en múltiples escenarios y es abordado por distintos profesionales y empíricos, amantes de la cultura; al respecto “el juego es interpretado como un proceso ideal para potenciar la lógica y la racionalidad, de acuerdo con unos estadios de desarrollo cognitivo, es decir, es un revelador mental (Piaget). También para reducir las tensiones nacidas de la imposibilidad de realizar los deseos (Freud), o para entenderlo ligado al ser, desde un plano ontológico (Gadamer). Por otra parte, para Fink el juego pertenece esencialmente a la condición óntica de la existencia humana, es un fenómeno existencial fundamental; y para Chateau, el juego contribuye a la paidea – educación. Sin embargo, para Duvignaud el juego no posee ninguna realidad objetiva, ni necesita en absoluto de ninguna doctrina para justificarse ni de reglas para perpetuarse. Los principios anteriores de una u otra forma son verdades pero parciales, que es necesario integrarlas”3.

El aporte epistemológico de cada disciplina queda expuesto de acuerdo a la escuela de pensamiento que le subyace; la reflexión critica se fundamenta en el aporte del juego a la solución de necesidades humanas que, a través del tiempo, van consolidandose en la memoria social, como lo plantea el investigador colombiano Carlos Alberto Jiménez, que se atreve a proponer un enfoque de juego integrador y sustentado en la teoría holoárquica de WILBER “La cartografía holoárquica sobre la visión integral del juego, que aquí se propone, se desarrolla con la teoría de los cuatro cuadrantes cerebrales de Ken Wilber, donde el cuadrante superior derecho es de carácter exterior e individual y se relaciona con lo medible – observable (Empirismo – Conductismo). El cuadrante superior izquierdo corresponde a la problemática de la interioridad humana, en lo relacionado con el desarrollo evolutivo de la mente y de la conciencia (Psicología – Psicoanálisis), que a diferencia del cuadrante anterior, no es medible. El cuadrante inferior izquierdo es de carácter colectivo – interior y pertenece a las visiones que compartimos culturalmente en un determinado contexto cultural (Antropología). Por último, el cuadrante inferior derecho, también es de carácter colectivo - externo, y tiene que ver con las formas materiales e institucionales externas de una comunidad, como resultado del proceso de la intersubjetividad cultural”.4

Finalmente desde lo educativo y el aporte del juego, es necesario continuar profundizando en la búsqueda permanente de la identidad cultural para apostarle a la construcción de País desde el reconocimiento de su tradición. Un pueblo que desconoce su pasado esta condenado a repetirlo.

Esto nos lleva a una exploración de los significados conceptuales de elementos claves, como el folklore y la historia; pensando en la relación tiempo y juego, se puede plantear que un juego es tradicional cuando cumple unos mínimos de sostenibilidad entre generaciones y estas le dan una certificación natural, ”recordar los juegos tradicionales es referirnos a aquellos juegos que desde muchísimo tiempo atrás siguen perdurando de generación en generación, manteniendo su esencia, siendo transmitidos de abuelos a padres y de padres a hijos, guardando la producción espiritual de un pueblo, y así sucesivamente con algunos cambios, pero manteniendo su esencia, ... la de diversión sana.
Son juegos que muchas veces no aparecen escritos en ningún libro especial, ni se pueden comprar en algunas jugueterías, son juegos que aparecen en distintos momentos o épocas del año, que desaparecen por un período y vuelve a surgir.
La modalidad juegos tradicionales, denominada así por el folklore, incorpora la mentalidad popular, expresándose sobre todo por medio de la oratoria; considerados como parte de la cultura tradicional popular.
Cuando hablamos de juegos tradicionales, nos remontamos a un tiempo y a un espacio diferente, recordando una serie de vivencias positivas, los juegos que hemos jugado han sido diferentes, de intensidades diversas y momentos evolutivos distintos.
Guardan la producción espiritual de un pueblo en cierto periódico histórico. Esa cultura no es oficial, desarrollándose de modo oral, no quedando de ninguna manera escrita, estando siempre en transformación, incorporando creaciones anónimas de generaciones que van sucediendo. Practicar y transmitirlos es acercarse al folklore, a las tradiciones, a las costumbres, usos, leyendas y creencias de una región, resultando difícil disociarlos del comportamiento humano”5.

Desde este enfoque es importante posibilitar que las comunidades rescaten su esencia ancestral, reconozcan sus costumbres lúdicas, y encuentren una identidad que prevalezca a pesar de la incidencia global de la nuevas culturas, y sigan generando hábitos de vida positivos y saludables a niños, adultos y adultos mayores, trascendiendo las diversas esferas de lo humano, cumpliendo con las necesidades básicas de recreo y compensación
generando la sostenibilidad del juego como manifestación sociocultural que hacen parte del patrimonio de la humanidad.
1GOMEZ, Humberto. Juegos recreativos de la calle. Una herramienta pedagógica. MEN. Bogotá Colombia.1.990 p11
2SANCHEZ, Nestor. Juegos tradicionales “Más allá del Jugar”. Memorias del II Simposio Nacional de Vivencias y Gestión de la Recreación. 2.001 Cali

3JIMENEZ, Carlos Alberto. Integralidad del juego “Una visión Holoárquica”. Pereira 2.001 www.geocities.com/ludico_pei/
4Ibit. Ocit
5MILLAN, Marcos. Juegos Tradicionales del Valle del Cauca. “ Las tradiciones lúdicas y los valores... acercan a las generaciones”. Secretarias de educación y salud del Valle . Recreavalle. Santiago de Calí, Valle del Cauca Colombia 2.003 pag. 7